Diego Canastos es recordado con respeto por alumnas y alumnos suyos. A través de su memoria podemos rescatar parte de la vida de este maestro ambulante represaliado. Diego Lozano Meléndez era hijo de Francisco y de Sebastiana. Nació en algún lugar de Tarifa en octubre de 1879. Su madre tenía por apodo la Canasta y Diego era conocido como "el hijo de la Canasta". De ahí derivaron otros apodos como "Diego Canastos" o "Diego el de los Canastos". No sabemos si Diego tenía otras dedicaciones pero es seguro que entre los años 20 y 50 del siglo XX trabajó por los campos de Tarifa como maestro ambulante. Curro Gil Serrano, nacido en 1931 en Puertollano (Tarifa) y emigrado muy joven a Barcelona,
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Trabajó como maestro de campo durante cuarenta años
El testimonio - Trabajó como maestro de campo durante cuarenta años Mi padre, José Tejado Navarrete, era conocido como el maestro Navarrete, o don José, por todos los campos de la zona. Nació en Sevilla en 1924 y sus padres eran de Cáceres. Desde muy joven, quizás con ocho o nueve años, mi padre empezó a trabajar de botones en un hotel, y por las tardes iba a la escuela. Jugando en la calle se partió la rodilla, y con 11 ó 12 años la familia se fue a Madrid para intentar arreglarle la fractura. Estuvo ingresado en el Hospital del Niño Jesús unos 3 años. Cuando mi padre tenía 14 ó 15 años, durante la Guerra Civil, su madre murió de hambre,
Enseñó a los niños y niñas en una ermita escuela
El testimonio - Trabajó como maestra en una ermita escuela Desde que murió mi padre, con 45 años (hacia 1953) mi madre y yo salimos adelante como podíamos. El padre Valenzuela vivía en Bolonia y trabajaba en Bolonia, El Chaparral y La Gloria. Todas las semanas le dejaban un caballo para venir a la ermita de La Gloria a dar misa. Nosotros bajábamos a misa semanalmente, y el padre, que sabía que yo había aprendido bien con José Tejado Navarrete, me propuso que trabajara enseñando en la ermita. Él me pagaba creo que 500 pesetas al mes. Enseñé a los chavales de Las Cumbres, La Gloria y El Realillo. Algunos venían andando a diario unos pocos de kilómetros. Desde las nueve o diez de
José Tejado Navarrete llegó a Bolonia para hacer el servicio militar
El testimonio - José Tejado Navarrete llegó a Bolonia para hacer el servicio militar. Mi hermano y yo aprendimos con un maestro de campo que se llamaba José (Pepe) Tejado Navarrete. Pepe vino a hacer la mili a Punta Camarinal hacia 1943-44. Coincidió allí con un tío mío. De sábado a lunes, los soldados se venían a las casas, y como él no tenía familia, se venía a lo de mi abuela o a lo de mi tío. Era una persona maravillosa y nosotros lo queríamos como familia. Sabía mucho y estaba muy bien educado, el pobre. Cuando terminó la mili se quedó en La Gloria y se dedicó a darnos lección a los niños. En El Chaparral, Bolonia, El Pulido, El
Su padre salía al encuentro del maestro con una burra
El testimonio - Su padre iba al encuentro del maestro. Los hijos enseñaron a sus padres. Hizo el bachiller en un colegio para minusválidos. Mi padre le pidió a José Tejado Navarrete que viniera a darme clase a casa a cambio de algún regalo, en vez de darle dinero. Navarrete venía todos los días a mi casa, de cuatro a seis de la tarde. Yo aprendí mucho, para luego poder sacarme el graduado escolar. Era muy buen profesor. Me atendía como si yo fuera su hija. Yo era muy torpe con las faltas de ortografía, pero estudiaba todo lo que hiciera falta para aprender las reglas de ortografía y las tablas, y mostrárselo cuando él llegaba a darme clase. Navarrete llegaba caminando todas las