El testimonio - En cada cortijo donde trabajó su padre enseñaba un maestro de campo. Él se esforzó por que sus hijos aprendieran. Cuando era joven, mi padre se vio en Melilla enfermo, sin poder escribir una carta a su madre. Un amigo suyo le escribía las cartas y se las leía. Por eso se dijo que sus tres hijos por lo menos tenían que saber leer y escribir; y se esforzó por conseguirlo. Lo que sabemos es lo que aprendimos con los maestros de campo. No pudimos ir a institutos ni universidades. He luchado por que mis hijos se defiendan bien, y tengo una hija que es maestra y se explica mucho mejor que yo. Mi primer maestro lo tuve con 6 años,
Escuelas de cortijo
Una maestra enseñaba a Pepa Calderón en la casa donde servía
El testimonio - Una maestra del cortijo venía a enseñarla a la casa donde ella servía En La Dehesilla había un cortijo de un señorito, y varias chozas de piedra y techado de castañuela. La castañuela la cogían en el río. Pasados los años, a la gente que vivía ahí les dieron parcelas, y se construyeron sus casas. Había una escuela llevada por tres hermanas mayores, que se dedicaban a dar clase a los chiquillos. Una de ellas se llamaba Curra. La mayor, que tenía un hijo, era quien llevaba la escuela, y las otras dos la ayudaban. Yo me fui a servir con ocho años en casa de Pura y Feliciano, y una de las maestras venía a esta casa para enseñarme. Mi
La escuela de Los Bohórquez y el maestro Lorenzo Vázquez Zardain
El testimonio - Aprendió con el maestro Lorenzo Vázquez Zardain en la escuela del cortijo de Los Bohórquez A inicios de los años 50 don Lorenzo empezó a enseñar en la escuela de San Francisco Javier, dentro de la finca de los Bohórquez, frente a su cortijo. La señora de Los Bohorquez encargó la construcción del edificio de la escuela y de la casa contigua donde vivió don Lorenzo, compró el mobiliario (las bancas con tinteros, la pizarra grande...) y se ocupaba de que tuviéramos cuadernos, lápices, gomas y libros. Se trataba de una obra de caridad propia de los señoritos en aquellos tiempos. La escuela tuvo ese nombre porque a la señora se la había muerto un hijo llamado Francisco Javier. Contrataron a
Aprendió en la escuela del cortijo de Los Bohórquez y con maestros de campo
El testimonio - Tuvo varios maestros de campo en Las Canteruelas y asistió a la escuela del cortijo de los Bohorquez. Los maestros ambulantes, como les decían antes, eran gente que sabía un poco e iban de casa en casa enseñando a los niños media hora, una hora... Se quedaban en casa de alguien. Empezaban a dar clases por la mañana y a la noche volvían a dormir. Los niños de la casa donde dormía, a lo mejor no le cobraban. Yo estuve unos meses con el maestro Lorenzo en la escuela del cortijo de Los Bohorquez. Tendría yo doce o trece años; o sea que era hacia 1953. José Bohórquez Gómez era el dueño del cortijo. Nosotros veníamos de Las Canteruelas (cinco