El maestro Rosillas, hijo de Juan Otero y Antonia Ropero, había nacido en la cortijada de Las Ramiras (Córdoba) un 10 de diciembre de 1909. Huérfano de padre a temprana edad, le tocaría vivir la primera mitad del siglo XX en toda su crudeza. De profesión peonero, de ocupación maestro, de vocación un hombre volcado hacia el trabajo y el saber; comprometido con su tiempo, enemigo de las injusticias y las sinrazones. Mantuvo siempre la convicción de que el conocimiento conllevaba la liberación del individuo. Exigente para sí mismo y para los demás, con su destino y con la vida. Apareció en el vecindario de Las Cabreras ya entrado en años. Había pasado la guerra luchando en el bando republicano, había
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Aprender para escribir cartas durante el servicio militar
El testimonio - Los varones necesitaban aprender para escribir cartas durante el servicio militar. En la huerta sembrábamos melones, sandías, higueras con brevas... Los militares (los soldados) vivían arriba y abajo, la vereda para llegar de un lado a otro pasaba por medio de nuestra huerta y nos compraban las cosas. Por entonces había una escuela rural en Casas de Porros, donde estudiaban muchos niños de la zona, pero nosotros teníamos mucho que hacer y no podíamos ir. El maestro que daba clases en casa se llamaba Vázquez y venía de Jaén. Era hacia el año 40 ó 42. Era muy buen arate, muy buen hombre; y dio clases a mucha gente por todas las casas del campo. A mi casa venía de
Aprendió con la maestros de campo Iluminado y Manuel Sánchez
El testimonio - Aprendió con varios maestros de campo; entre ellos Iluminado y Manuel Sánchez. Su tía aprendió con el maestro Wenceslao. Rafaela Escribano, viuda de uno de los arrendadores, nos dejó para dar las clases un salón grandísimo que usaba de comedor. Aquí enseñó un hombre llamado Iluminado, que creo que venía de El Almarchal. También era mayorcito, estaba viudo y tenía dos hijas, Iluminada y Juli. Después de la guerra, yo tendría 12 años, vino Manuel Sánchez. Este tenía bastante formación y estábamos muy contentos con él. Ya íbamos mejorando en la ortografía, y nos enseñó la doctrina cristiana. Él venía de Zaragoza y vivía en una casita de Betín (Monte Betis). Pasado el tiempo se enamoró de una muchacha ya mayor,