El testimonio - Su maestro le regaló un Catón. En el frente le escribían las cartas para su madre. Con catorce años (1934) yo estaba guardando animales en Las Cabrerizas, y de noche veníamos hasta el pueblo, que estaba a dos kilómetros, donde nos daba clases un maestro nacional llamado don Juan, que le decíamos Cara Ancha. Doña Pilar era su mujer. Los dos daban clases en una escuelita a los niños chicos de día, y a los mayores de noche. Cuando el padre no podía, nos daba clase un hijo de ellos, José María. Juan me regaló a mí el librito de El Catón, para que yo me aplicara. Y me sirvió después, porque yo me lo llevaba cuando iba a guardar
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Juan Mena enseñó por La Costa desde principios del siglo XX
El testimonio - Juan Mena enseñó por La Costa desde principios del siglo XX hasta que era anciano Mi madre firmaba algo. Ella nació en 1904 y tendría 8 ó 10 años cuando aprendía con Juan Mena; hacia 1912. Mis tías aprendieron más que ella; no sé si es que mi madre era mala, o tenía que bregar más en la casa por ser la mayor. Un hermano que tenía, el tío Perico, no sabía ni firmar. Mena nos daba lección a mí y a mi hermano mayor. Sería hacia 1940, 1942. Yo era muy malo para la lectura, y mi hermano era todo lo contrario. Cuando cogíamos los animales, yo le tiraba el libro porque quería jugar. Y mi hermano, si tenía
Juan García Domínguez, maestro de Facinas represaliado
Varios documentos escritos nos dejan constancia del compromiso de Juan García Domínguez por la educación, así como de la represión que sufrió por manifestar sus ideas. Juan José García Domínguez fue maestro nacional de la Escuela Pública de Facinas nº 1, al menos entre el curso 1930-1931 y julio de 1936. En estos años, las condiciones materiales de las escuelas eran penosas, y Juan no fue el único maestro que, tras reiteradas solicitudes de reforma del edificio, decidió suspender las clases. El 6 de mayo de 1936 (siendo alcalde Amador Mora Rojas, y antes del golpe de estado que desembocó en la guerra de 1936-1939) se dirigió por escrito al presidente del Consejo Local de Enseñanza Primaria de Tarifa: “(...) como hace
Aprendió lo suficiente para sacar el carné de conducir
El testimonio - Aprendió lo suficiente para sacar el carné de conducir En Poblana éramos entonces catorce o quince vecinos. Ahora hay más casas, pero la mayoría son de gente que vive en Tarifa. Algunos vienen a diario a atender el ganado, y otros de vez en cuando. Yo, desde hace ocho o nueve años, de día estoy aquí y de noche en Tarifa. Mi madre nació en La Ahumada y mi padre aquí. Su vida fue como la mía, pero más dura. Sabían leer y escribir, pero muy poco. Podían firmar, hacer cuentas y cosas pequeñas. Entonces lo que había eran maestros por el campo. Después de hacer la mili, con 21 años, yo tuve un maestro de campo que se llamaba José
Entre los trabajadores había mucho interés en aprender
El testimonio - Entre los trabajadores había mucho interés en aprender. Y los padres aprendían con los hijos. Yo cobraba poquito. Había familias que no podían, y uno se daba cuenta. Facilidades se daban todas las que se podían, eso sí; porque nosotros venimos de casta pobre. Pero a mí no me faltó de comer. Yo no llevaba comida en la mochila. Allí donde llegara, de día o de noche, se reunían todos los chicos y chicas de las casas cercanas, desde los pequeños de cinco, siete, ocho ó nueve años. La familia de los Lara y la familia de Los Moritos, que tenían once o doce hijos. Más para arriba los Romero, y unos de apodo Nuflo (donde había diez u