El testimonio - Necesidad de escuelas rurales en La Costa En esos años llovía mucho. Yo no tenía coche; y como yo, ningún vecino del campo. Había que venir en burro. En Cuatro Caminos (entrando por el km 90) tenían que haber hecho una escuela para los niños de esta zona. Si hubieran hecho ahí una escuela, servía para La Costa y para Arroyo Viña. Hubieran estado mejor los niños, y los maestros también. Mi primer hijo nació en 1961. Fue al internado de la Huerta del Rey (Residencia Escolar), pero no le gustaba. Se llegaba a Tarifa montado en un burro. Llegaba lleno de barro, y mi madre, que estaba en Tarifa, le tenía preparada ropa limpia. Cuando lo prepararon para hacer la primera
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Donde comía el maestro, comía también su esposa
El testimonio - Donde comía el maestro, comía también su esposa Hacia 1946, el maestro Andrés Señor venía a dar clase a mis hermanos. Mi hermana Isabel no sabe nada; ella era mayor y estaba con la tarea de la casa. Yo era chica y quería jugar y aprender; estaba encima, mirando, porque me gustaba cómo explicaba. Entonces mi madre le dijo al maestro, “¡Venga, dale clases también a la niña!”. Estuve unos cuatro meses con él. Cuando el maestro marchó seguí aprendiendo, porque me gustaba. Aprendí sola; ¿para qué voy a decir otra cosa? Con cartillas, iba juntando las letras, la “a” y la “b”, e iba leyendo. Me gusta leer los papeles. Me canso y lo dejo, pero me gusta. Hubo un
Alfonso Santander Castilla, maestro ambulante
El testimonio - Trabajó como maestro ambulante para las familias de la finca de El Pedregoso. Cuando tenía 28 años el cura me dijo que quería que fuera de maestro a la finca de El Pedregoso. "Me han dicho que tú puedes enseñarles y quiero que les prepares para la comunión". Y estuve allí hasta 1972; cuatro años, enseñando a leer y escribir al tiempo que les enseñaba religión. Yo conocía ya a Ventura Rebolo, el guarda de la finca, y a las familias donde iba a enseñar, porque en el tiempo del racionamiento mi padre repartía las raciones del pan en Facinas, y guardaba las raciones de la gente del campo, que no podían venir en el horario del reparto. Estas familias